NOR-COREA Y EL RASCACIELOS COMUNISTA: HOTEL RYUGYONG EN PYONG YANG P.2

Plan General para la reconstrucción de Pyongyang, 1951.

Pyongyang y Kim IL Sung

Para 1956 el poder de  Kim Il Sung era incontestable. Corea del Norte (paralelamente al Gran Salto Delante de Mao), se sumergió en una desenfrenada campaña de desarrollo económico bautizada como Movimiento Chollima,[1] simbolizado por un caballo alado al galope; construyendo a velocidades nunca vistas mediante la introducción de métodos de pre-fabricación soviéticos. La cuestión técnica adquiriría relevancia política y cuya mayor novedad sería la aparición de edificios de apartamentos que debían reemplazar paulatinamente las casas unifamiliares de una sola planta, como parte del Plan Trienal, que preveía construir 4,7 millones de metros cuadrados de superficie de viviendas[2],  en tres años. Planes, que inicialmente, priorizaron el desarrollo de la industria pesada por sobre bienes de consumo y la agricultura. La reconstrucción de las urbes y su densificación se convirtió en prioridad a consecuencia de la migración campo-ciudad, creándose incluso una comisión para la rehabilitación de Pyongyang, presidida por el propio Kim Il Sung.

Al finalizar  la guerra, Sung, propuso crear centros de formación de arquitectos e ingenieros que –para muchos de ellos- se completaría mediante estudios en el extranjero (básicamente la URSS), para suplir lo más rápido posible la necesidad de técnicos necesarios para levantar la utopía del Gran Líder, cuestión que iría decreciendo a medida que el proceso de des-estalinización de la Unión Soviética ,puesto en marcha por Nikita Khrushchev avanzaba, aumentando la desconfianza de Sung, quien acentuó cada vez más su perfil nacionalista, intentando aparecer internamente como baluarte de la independencia coreana, modificando la  vida cultural del país volviéndolo cada vez más nacionalista en su búsqueda de una identidad particular coreana. Hacia fines de 1955, se clausura el principal instrumento de propaganda soviética, la Sociedad Coreana para el Intercambio Cultural Internacional, y para la primavera de 1956, no quedarían obras de teatro soviéticas, mientras se iniciaba la publicación de trabajos de historia y geografía de autores clásicos coreanos y se alentaba la investigación arqueológica y etnográfica imponiéndose  la tendencia nacional comunista en todos los ámbitos de la cultura.

Juche

En Corea del Norte todo (y todos) debe estar impregnado de la idea Juche[3], versión local del marxismo-leninismo formulada por el Gran Líder Kim Il Sung, y  desarrollada por su hijo Kim Jong Il, de acuerdo a lo cual

“Todos los arquitectos tienen que imbuirse plenamente de la inmortal idea y su encarnación, la línea y la política de nuestro Partido, y estudiar profunda e integralmente la idea y teoría arquitectónica jucheana del estimado Líder y del Partido, para convertirlas en parte de sus huesos y carne y tomarlas como única guía para sus actividades”[4].

Tratado que todo aspirante a arquitecto en Corea del Norte está obligado a leer e interiorizar. La función del arquitecto es ser una herramienta más para realizar la sociedad perfecta soñada por ambos líderes y su cometido es confeccionar un sello arquitectónico propio, único, “configurar un estilo singular e intransferible que haga honor a la grandeza que el régimen pretende irradiar representa un deber inexpugnable”[5].

Durante la década de los sesenta, el Gran Líder elevó el Juche[6] a la categoría de “ideología única”  gestando un nuevo estilo arquitectónico guiado por sus principios: autonomía ideológica, independencia política, autosuficiencia económica y autodefensa militar. Sung , adaptaba el marxismo-leninismo a las condiciones coreanas independizándose de cualquier régimen foráneo. Sin embargo, el progreso del país dependía de la ayuda exterior. En 1961, la fractura entre Moscú y Pekín, y su disputa por el liderazgo del bloque comunista obligan a posicionarse al resto de países que lo componían; Pyongyang, debido a su posición geográfica reacciona con cautela declarándose neutral  e intentando mantener un cierto equilibrio en sus relaciones con ambos países.

En los años siguientes, Sung logró beneficiarse de la conflictiva relación chino-soviética obteniendo ayudas desde ambos países. Ni a Moscú y Pekín, les interesaba romper relaciones con Corea del Norte y dejar vulnerable una de las fronteras más calientes de la guerra fría, sin embargo entre 1962 y 1964 las relaciones entre Moscú y Pyongyang tocaron fondo, Sung aborrecía a Khrushchev y su política de coexistencia pacífica con USA, por considerar que con este nuevo enfoque, evitaría apoyar explícitamente a Corea del Norte en un eventual rebrote bélico con Corea del Sur, relaciones que se reconducen con la caída de Khrushchev en 1964.

Mientras,  las buenas relaciones entre Pekín y Pyongyang, se esfuman durante la Revolución Cultural ya que el maoísmo más radical encontró absoluto rechazo en la élite norcoreana produciendo un distanciamiento que se agravaría en 1967, recomponiéndose en abril de 1970 con la visita del entonces primer ministro chino Zhou Enlai, manteniendo así a China como segundo socio comercial más importante de Corea del Norte por detrás de la URSS, durante las décadas de los setenta y ochenta.

(c) Jelena Prokoplievic.

Revolución Arquitectónica

Kim Il Sung ambicionaba dar a los nuevos pueblos y ciudades un aspecto socialista y a la vez, típicamente coreano. En 1960 se inauguraron varios de sus edificios más emblemáticos tales como El Gran Teatro de Pyongyang para más de 2000 personas y el Restaurante Okryu de gastronomía tradicional coreana, para 2000 comensales[7]. Era el momento de crear un estilo “nacional en la forma y socialista en contenido” en la línea del Realismo Socialista de Stalin en la URSS, que conjugase el monumentalismo clásico con un toque estético coreano.

En 1967 la ideología única se impone, el V Congreso del Partido proclama el Juche como idea rectora, y sus principios se convierten en una obligación cívica incondicional, el castigo mínimo a la oposición era la reeducación,  que implicaba largas temporadas de trabajo físico. El régimen Norcoreano se perfilaba así más cercano a la ciencia ficción de la novela de George Orwell “1984”, que a un sistema político real, todas las pesadillas posibles de los totalitarismos se producían sostenida, silenciosa y lentamente en este pequeño país; En 1974 se empieza a utilizar el término Kimilsunguismo.  Ningún régimen, había ido tan lejos.

El Gran Arquitecto

En 1969 Kim Jong Il, establece  el arte como instrumento de educación de masas, agitador del fervor revolucionario, y arma de ideologización ciudadana, para propagar el “invencible pensamiento Juche”[8].

“El arte arquitectónico” Editado en 1991 y firmado por Kim Jong Il, es un compendio de ideas que sistematizan las características y filosofía de la arquitectura nacional y donde se estipula la aplicación del Juche en los proyectos de arquitectura, teniendo como misión materializar la idea Juche.Kim Jong Il establece una definición clave para la arquitectura propagandista y corporativa: no puede considerarse arte una arquitectura que carezca de “valor ideológico y artístico”[9]

Según el Juche, no existen obstáculos insalvables para el hombre, la arquitectura es –una vez más- el medio lógico para demostrarlo, a través de ella el hombre moldea “la fisonomía de la naturaleza de acuerdo a sus necesidades,”[10] distinguiéndose de otras artes. Mediante las obras arquitectónicas y de ingeniería “se cambia la imagen territorial del país” logrando que ciudades y aldeas “adquieran un aspecto comunista”. La arquitectura, es la herramienta con que  la ideología se convierte en un hecho tangible, cumpliendo una función didáctica  entre las masas: toda obra debe ser capaz de hacer entender al pueblo la superioridad del Juche y, por extensión, de Corea del norte. Para Sung, “un edificio en construcción debe ser percibido como una empresa heroica, un escenario en el que hay que se libra una quijotesca lucha contra las adversidades”[11].

Mediante la arquitectura las masas son, sobre el papel, las protagonistas, con este planteamiento se produciría un urbanismo monumental que erradicaría cualquier brote de individualismo, anulando el espíritu por las solas proporciones de la ciudad.  El  arquitecto, como cualquier otro miembro de la sociedad debe someterse al intenso adoctrinamiento impuesto por la revolución ideológica,  es una pieza del engranaje de la construcción colectiva del paraíso socialista, que actúa como agitador “pudiendo generar entusiasmo patriótico entre quienes contemplan las impactantes edificaciones inspiradas por el Gran Líder”[12].

En Corea del Norte, todo se dirige a  aleccionar a las masas sobre la grandeza de su nación, a través de una deslumbrante puesta en escena realizada mediante el urbanismo y las obras edificadas. La arquitectura, escribe Kim Jong Il “da a conocer a las personas la superioridad y el poderío invencible del régimen socialista, les infunde el orgullo y la dignidad nacional y ayuda a su educación en la infinita lealtad al Partido y al líder y en el ardiente amor a la patria socialista.”[13] Pyongyang es escenario de un intenso alarde de fuerza. A través de la escala gigantesca y los rascacielos, el ciudadano percibe su insignificancia como individuo aislado, y la ciudad como muestra de la capacidad del régimen de levantar una urbe de tales proporciones, gracias a la guía del Líder (a quien se dedican las obras). La riqueza arquitectónica de Pyongyang despertaría admiración internacional, validando el régimen Kim.

El cambio radical en el perfil de las ciudades es la forma más tangible y eficaz para visualizar el nuevo orden que se quiere implantar. Por esto la arquitectura produce inevitablemente lo que Deyan Sudjic denomina “el síndrome de la construcción.”[14] Lo que diferencia al régimen  Kim es la pérdida de la individualidad de los arquitectos, considerados “simples técnicos que hacen realidad el pensamiento del líder,”[15] anulando cualquier proyección pública de los autores. La figura del arquitecto estrella está vetada y sus nombres no se conocen, el arquitecto debe asumirse parte de un proyecto superior colectivo y con un único líder reconocible. No existe la práctica profesional individual, forman parte del aparato estatal, en el cual, la principal institución profesional es la Unión de Arquitectos de Corea, cuya principal función según  Kim Jong II,[16] es formar ideológicamente a sus miembros para comprender la plenamente la línea del Partido. La Academia de Arquitectura Paektusan, cuyo nombre oficial es Colectivo de Creación Paektusan[17] fundada en 1982, bajo el patrocinio de Kim Jong Il, cuenta con 300 arquitectos y urbanistas, y es responsable de los proyectos más relevantes de la ciudad en las últimas dos décadas.

La panorámica de Pyongyang alterna una verticalidad y horizontalidad no casual,[18] para  Kim Il Sung, la verticalidad refleja la ascensión del pueblo coreano, y la horizontalidad robustez, la fuerza del pueblo, con edificios que deben ser diversos ya que no se puede repetir diseño en un mismo barrio. Para Kim Jong Il, Pyongyang era “un cuadro épico”, ya que en ella se concentran buena parte de las obras destacadas del país, luego de que comenzara su reconstrucción en 1953, siguiendo los ideales del modelo urbanístico del Movimiento  Moderno con manzanas abiertas, bloques de vivienda colectiva y jardines y avenidas de hasta 100m de ancho. Totalmente ortogonal, y se articula sobre 3 ejes políticos significantes[19].

  1. Sungi (av. Stalin) (355) levantada en 1954,
  2. Un segundo eje perpendicular, realizado en 1982, con la torre Jucheen un extremo y el palacio de estudio del pueblo al otro e-o
  3. Completado en 1995, desde el hotel Ryugyong(que nos indica su importancia) y el otro lado del rio Taedong, donde se ubica el monumento de la formación del partido.

Kim Jong Il[20] se gradúa en 1964 de economía política en la Universidad Kim Il Sung, dos décadas después la propaganda le denomina oficialmente como Gran Arquitecto atribuyéndosele la euforia constructiva de los 20 años transcurridos entre el V Congreso del Partido del Trabajo de Corea en 1970, hasta la caída del muro de Berlín en 1989, definidos como la época dorada de la arquitectura jucheana. Cerca de dos tercios de los proyectos más emblemáticos–y costosos- de Pyongyang datan de ese período (más de 260 objetivos arquitectónicos). Paradójicamente, el auge en la construcción ocurre  justo cuando comenzaban las alarmas macroeconómicas  y el aislamiento de Corea del Norte era cada vez más patente.

Hasta la década de los sesenta, en Pyongyang proliferaron las torres de apartamentos, y el primer barrio con edificios de hasta 16 plantas dotados de ascensor y pisos de dos habitaciones, cocina, baño y calefacción centralizada, surgió en la avenida Chollima, en el centro de la capital y urbanizada en seis meses de 1970, para ser presentada a tiempo como proeza revolucionaria en el V congreso del Partido.

(c) Christiano Bianchi, foto publicada en https://www.nytimes.com/2019/10/26/opinion/sunday/architecture-north-korea-pyongyang.html

En los años setenta y ochenta se forjó la silueta monumental de Pyongyang, buscando sublimarla como capital del paraíso socialista. Con Kim Il Sung obsesionado por competir y demostrar a Corea del Sur la superioridad y beneficios de su régimen, y con su hijo Kim Jong Il utilizando la arquitectura para representar la supremacía norcoreana mediante edificios de grandes dimensiones.

Se suele calificar  a la arquitectura norcoreana principalmente por su escala y condición política  como una reproducción exacta del soviético de Stalin. Pero es más complejo, la arquitectura norcoreana posee una influencia estilística soviética durante la primera parte de la reconstrucción hasta final de la década del 60. Elabora sus ‘principios’ sobre la misma receta estalinista de ser ‘nacional en la forma y socialista en contenido,’ su diferencia radica en que aspira a un grado de modernidad, evitando modelos clasicistas, siendo capaz de enviar un fuerte mensaje político hacia la esfera internacional, de vigencia y continua actualización, a pesar de caracterizarse por un férreo control estatal.

El apabullante listado de obras inauguradas hasta 1989 comienza a  desacelerarse hacia 1982, el canto del cisne se produjo al final de la década, en vísperas del hundimiento del bloque socialista de Europa del Este momento en que la arquitectura deportiva cobró especial relevancia, cuando Seúl organiza las Olimpíadas de 1988, una victoria diplomática difícil de digerir por Corea del Norte que en 1985 se había ofrecido para organizar conjuntamente los juegos.

Mientras la Europa socialista del Este se tambaleaba, en Pyongyang,  Sung comprendía la repercusión económica del turismo; pidió que se acondicionaran los lugares turísticos para recibir 100.000 turistas al año a partir de 1990.[21] Durante 1989 se inauguraron una gran cantidad de hoteles todos de gran escala y capacidad y avanzaban las obras del Hotel Ryugyong –comenzado en 1987- con el  objetivo de realizar un lavado de imagen respecto de los derechos humanos y producir una imagen de apertura. En 1994, poco antes de morir, Kim Il Sung declaraba  “Cada vez  que contemplo la ciudad de Pyongyang, majestuosa, suntuosa, no puedo contener la alegría.”[22] Veinte años después, Pyongyang continúa siendo una de las capitales más restringidas al turismo en el  mundo.

(c) Christiano Bianchi, desde New York Times

El pulso con Corea del Sur, retroalimentó la generación de grandes proyectos de edificación, durante más de medio siglo, el colosal esfuerzo constructivo no ha sido suficiente para cumplir los utópicos objetivos de los Kim. La insistencia de Sung en desarrollar el sector de la construcción se encontraba motivado gran parte por la necesidad de reemplazar la edificación de posguerra que no solían superar las seis plantas por torres de altura.  En la década de los setenta proliferaron los edificios de diez y doce plantas y rápidamente superarían las 20. Así como la idea Juche reivindicaba su especificidad ideológica frente al marxismo-leninismo, también el estilo edificatorio aplicado durante el auge arquitectónico, siguió buscando rasgos que lo diferenciaran del resto de países socialistas.

La obsesión por salvaguardar la pureza ideológica encerraba un temor a que hasta la más leve apertura desestabilizara el sistema entero.  La tímida apertura al capital extranjero era vista con recelo. El relanzamiento de las relaciones con Moscú entre 1984 y 1988, desalentó la aventura comercial del régimen Kim con países ajenos al bloque socialista, que significaba  embarcarse en una aventura incierta no sólo tanto en el aspecto económico sino sobre todo en lo político.  Lo que Pyongyang desconocía era el declive de la Unión Soviética, ni  menos aún se presagiaba el derrumbe que ocurriría en 1989, dejando a Corea del Norte desamparada en un momento de debilidad económica, y poco antes de que la muerte de Kim Il Sung abriese múltiples interrogantes sobre la viabilidad del régimen, que vivió en la década de los noventa, su peor pesadilla desde el fin de la guerra de 1953.

El impacto del repentino desmantelamiento del bloque socialista, sumió al país en una soledad inesperada a lo que se sumarían tres años de catástrofes naturales devastando económicamente al país, paralizando totalmente la construcción y la actividad productiva, factores que sumados a la carestía de alimentos y un colapso en el sistema de distribución, sumirían al pueblo en el hambre, produciendo un número de muertos indeterminado pero que muchos organismos internacionales cifran en torno a los tres millones de personas. Pyongyang reconoce el período como el más duro desde la guerra de Corea, bautizándolos como la Ardua Marcha, en evocación de un legendario episodio protagonizado 30 años antes por la guerrilla anti japonesa, sin embargo la prolífica década de los ochenta permitió a Kim Jong Il iniciar, propagandísticamente la construcción de grandes edificios públicos por completada.

El error que según Kim Il Sung habían cometido sus colegas del bloque comunista europeo, y que llevaron el derrumbe fue ocuparse “exclusivamente de la edificación económica y no de la “educación política.”[23] Sung fallecía el 8 julio de 1994, a los 82 años, su hijo Kim Jong Il heredaba el poder, y convertiría la figura de su padreen el credo oficial del estado en los años posteriores a su muerte. En1997 Kim Jong Il sustituye el calendario gregoriano por el calendario Juche, que cuenta desde 1912, año de nacimiento del Gran Líder, además de introducir el  Songun[24] o política de prioridad militar, concepto que identificaría su mandato, confiriendo al ejército la máxima relevancia en la dirección del Estado así como en todas las facetas de la sociedad.  El  Songun[25], es una derivación del Juche, fundamentado en que “hay que situar el fusil por encima del martillo y la hoz[26]”.

A partir del año 2000 comienza el final de la Ardua Marcha y para 2009 se hablaba nuevamente de boom en la construcción. Con el cambio de milenio, Corea del Norte comenzaba a alejar el fantasma del hambre. En 2001, un año después de la cumbre de Kim Il Sung y Kim Dae Jung,  cerca de la avenida Tong Il, se levantóel espectacular monumento de los tres estatutos para la Reunificación Nacional, y  2001, el Gobierno fue ampliado con un nuevo ministerio: el de Desarrollo de la Construcción en Pyongyang. En  la primavera de 2011, se convocó el “I Festival de Arquitectura 21 de Mayo,” en el que arquitectos, ingenieros y estudiantes celebraron simposios, exposiciones y concursos de proyectos. La cita se repite cada año en torno a la fecha sagrada del 21 de mayo: ese día de 1991, salió publicado el tratado de teoría arquitectónica de Kim Jong Il, y el síndrome de la construcción volvía a apoderarse del régimen. La locura constructiva China de los últimos años ha influido sin duda en los arquitectos norcoreanos, que suelen preferir diseños modernos con predominio del cristal, lo que explica el acristalamiento de las fachadas del Hotel Ryugyong.

En el plano diplomático, se produjo un giro histórico en las relaciones con Corea del Sur, Kim Dae Jung, presidente surcoreano entre 1998 y 2003, propició una política de reconciliación, cristalizada por la cumbre entre él y Kim Jong Il en Pyongyang.”[27] Sin embargo la tensión volvería a aflorar  ese mismo mes, en junio de 2000 cuando el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, decide incluir a Corea del Norte en su lista negra del eje del mal y las relaciones entre ambas Corea volverían definitivamente a punto muerto con la llegada al poder de Lee Myung Bak, un político de línea dura.

Es en este contexto donde el Hotel Ryugyong ha sido concebido.

(c) M. Pilar Pinchart, derivado de mi tesis doctoral de 2013: «Rascacielos: de Tokio a Babilonia, la arquitectura como propaganda».

[1] ver glosario

[2] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. Págs. 27 – 29.

[3] “La República Popular Democrática de Corea tiene como guía de su actividad la idea Juche, la idea Songun, concebida por el Presidente Kim Il Sung. La idea Juche es, en una palabra, la concepción de que el dueño de la revolución y la construcción y la fuerza que las impulsa son las masas populares. El Gobierno de la RPDC mantiene firmemente el Juche en todas las ramas de la revolución y la construcción. Establecer el Juche significa adoptar la actitud del dueño con respecto a la revolución y la construcción de su país. Quiere decir solucionar todos los problemas desde la posición independiente y la creadora, o sea, principalmente con la propia fuerza conforme a las condiciones reales del país. Juche en la ideología, la soberanía en la política, el auto sostén en la economía y la autodefensa en la salvaguardia nacional son los principios invariables del Gobierno de la RPDC.

Su política invariable radica en apreciar, mantener y materializar los caracteres jucheano y nacional, pues su guía directriz es la idea Juche”. http://www.naenara.com.kp/sp/great/guid.php?1 (página oficial de la República Democrática de Corea, para su promoción internacional)

[4] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. Arte al servicio de la ideología única, Págs. 90-114..

[5] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. Características de la arquitectura Juche, Págs. 115-144.

[6]  Ver glosario

 

 

[7] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. Págs. 51-64.

[8] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit.  “El arte al servicio de la ideología”, Págs. 90-107

[9] Ibíd. Óp. Cit. Pág. 268.

[10] Ibíd. Óp. Cit. Pág. 271.

[11] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. “El legado arquitectónico de la era Juche Págs. 145-241..

[12]  Ibíd. Óp. Cit.

[13]  Kim Jong Il citado en (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Pág. 278

[14] Sudjic, Dejan,  La arquitectura del poder, como los ricos y poderosos dan forma a nuestro mundo, 2007, Barcelona; Ariel S.A. En adelante (Sudjic 2007)

[15] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. Pág. 306.

[16] Citado en (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. Pág. 112.

[17] La biografía de Kim Jong Il lo denomina como “Hijo del Monte Paektu”, la montaña más alta de Corea. La denominación como Paektusan, sería un reconocimiento o tributo a su figura, y su rol dentro de la creación (de identidad nacional) Kim Jong Il, Biografía, parte 2, pdf descargable en español, desde naenara.com.kp/sp/book/download.php?4+4023, capitulos 1  y 3  Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pyongyang, Corea, año 90 de la era Juche (2001) En adelante  (Kim Jong Il, Biografía 90 de la era Juche). Y en lo referido al edificio del Hotel Ryugyong, esta institución se ha difundido como Paektu Mountains Architects & Engineers

[18] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. “El legado arquitectónico de la era Juche”, Págs. 145-242..

[19] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. Pág. 355.

[20]  Hijo de Kim Il Sung y que desde que cumplió doce años aparecería esporádicamente como figura modélica en acciones propagandísticas durante la reconstrucción.

[21] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. Pág. 178.

[22] Ibíd. Óp. Cit.

[23] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. Pág. 215.

[24] “La política de Songun consiste en plantear el asunto militar como el quehacer primordial del Estado y apoyarse en el temple revolucionario y la combatividad del Ejército Popular para la defensa de la Patria, la revolución y el socialismo y para la enérgica construcción del socialismo en su conjunto. Se trata de un modo de practicar la política basado en la idea revolucionaria del Songun, concepción que, en una palabra, significa darle prioridad al asunto militar e impulsar la lucha revolucionaria y la labor constructiva teniendo al ejército revolucionario como su fuerza principal. La idea del Songun tiene su origen en los dos revólveres que Kim Il Sung heredó de su padre Kim Hyong Jik y en el programa de la Unión para Derrotar al Imperialismo. En la histórica conferencia de Kalun (1930), el camarada Kim Il Sung presentó la lucha armada como la línea fundamental de la lucha antijaponesa de liberación nacional, con lo cual proclamó la creación de la idea del Songun. La orientación de la revolución mediante el Songun se inició el 25 de abril de 1932, cuando el camarada Kim Il Sung organizó la Guerrilla Popular Antijaponesa. Como heredero de esa idea del Presidente, en agosto de 1960 el Dirigente Kim Jong Il se valió de ella para dirigir la revolución y en la segunda mitad de la década de 1990 implantó la política de Songun como el principal modo de la política socialista.

Nota: extraído de la comunicación oficial del gobierno Norcoreano en su web de relaciones extranjeras, en esta traducción de carácter oficial, Kim Il Sung es nombrado como Kim Hyong Jik, http://www.naenara.com.kp/sp/great/guid.php?2 “Política del Songun”.

[25] Songun no apareció como una política oficial del gobierno hasta después de la muerte de Kim Il-sung, en 1994, sin embargo. En 1995, la «primera» de las políticas militares se presentó como «una idea revolucionaria concede gran importancia al ejército» y como «una política que hace  hincapié en la perfecta unidad y la unidad de un solo corazón del partido, el ejército y el pueblo, y el papel del del ejército como las vanguardias» a raíz de la primera visita de  Kim Jong-il a la unidad militar de ese año. Este fue un ligero cambio de orientación política anterior del Gobierno, Juche Kim Il-Sung, o política de autosuficiencia. Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/Songun

[26] (Mateos Miret y Prokopkjevic 2012) Óp. Cit. Pág. 215.

[27] y que hasta hoy es considerada como una prueba del ansia de unidad territorial por parte de la totalidad del pueblo de ambas Coreas, este encuentro se recoge aún en la página de relaciones extranjeras del gobierno coreano, bajo el título de “Corea es una”. http://www.naenara.com.kp

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