El lenguaje de la sombra 2. Un mundo plano e incoloro

La tierra era amorfa y vacía
Y la oscuridad estaba en el rostro de lo profundo
(génesis 1:2)

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Dibujos de la (sombra de la )luna, por Galileo Galilei

Las sombras revelaron la naturaleza de la luna, son herramientas invaluables de conocimiento, no esconden sino que revelan. Una sombra provee la imagen de una imagen, un mundo plano e incoloro.

Platón escoge las sombras en la alegoría de la caverna, quizás porque las sombras son un ejemplo perturbador de entidades menores, una reducción de los objetos que las proyectan: Planas, inmateriales, sin cualidades, sin color, sus líneas encierran un interior indiferenciado. Son ausencias, en el plano de la superstición, cosas negativas – una sombra carece de luz- las cosas negativas son extrañas, perturbadoras.

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Diagrama de la Alegoría de la Caverna de Platón, desde internet

A pesar de esto, los prisioneros de la caverna fueron optimistas: podían estudiar las sombras cuidadosamente, reconstruir las formas tridimensionales de los objetos que arrojaban sombras y comprender la belleza matemática de la relación entre un objeto y su sombra. Las sombras pueden usarse para reconstruir el mundo, y a lo largo de la historia se han usado continuamente para comprender la forma de nuestro entorno.

Sin Sombras

Si la luz es el instrumento de la visión, la sombra es algo así como la negación de la visión. Nuestra visión cae tan seducida por el claroscuro que si nos encontrásemos repentinamente en un mundo sin sombras, todo podría resultarnos carente de profundidad, y por lo tanto “insustancial”. Sobre expuestos a la luz, todo nos parecería inmaculado, pero plano, cómo en las fotografías con flash. Lo opuesto también es verdad, borrando la luz eliminamos el relieve. Así luz y oscuridad son lo mismo, ambos por separado, enceguecen.

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Segunda versión de 1620, de «Judith decapitando a Holofermes» (Garleria Ufizzi, Florencia) de Artemisa Gentilieschi, en el cual, fruto de su relación con Galileo, modifica la trayectoria de la sangre respecto de la primera versión del 1612 aprox. (Museo Capodimonte, Napoles) y el comportamiento de la sombra.

 

Para Galileo, en su libro de 1623 “Il Saggiatore”, -fruto de su amistad con la pintora florentina Artemisa Gentilieschi, de gran influencia en la obra de ambos- el universo está expuesto ante nuestros ojos, pero no lo podemos descifrar si no se comprende el lenguaje ni se conocen los caracteres en que está escrito, y sugería un experimento donde ennegrecer las partes no sombreadas de una estatua y eliminar el claroscuro. Su hipótesis planteaba que la estatua aparecería sin relieve, plana. Algo así como los efectos logrados a través del maquillaje: ensombreciendo zonas del rostro se logra la apariencia de una mayor profundidad.

El cerebro extrae las estructuras solidas de una realidad cambiante de perspectivas móviles. Nos hace ver objetos incluso donde solo hay sombras. Es decir, deduce una realidad a la que atribuye características físicas. En un mundo hecho enteramente de sombras nuestros cerebros necesitan conducirse aun mejor de lo que Platón sospechaba. El hecho que nosotros usemos las sombras de forma involuntaria y automática, de modo de percibir cosas en el espacio es solo un aspecto de la relación de nuestro cerebro con el conocimiento.

Desde la superstición, las sombras son consideradas un peligro para nuestras mentes. Tratar de describir su naturaleza lleva a un callejón sin salida. Si la sombra es ausencia, algo que no existe, entonces no existe y eso es el final de la cosa. Quizás la sombra es algo más que ausencia, quizás es solo ilusión. La sombra es ciertamente misterio.

Por otro lado, a pesar de su ser tan precario, a pesar de ser tan misteriosas, las sombras son ayudas valiosas al conocimiento. ¿Cómo reconciliar estas contradicciones?

El corazón de las tinieblas

Hasta la aparición de la electricidad, las sombras fueron inasibles, mutables. Las nuevas fuentes de luz, más luminosas también tienen otra propiedad: son estables. Aparecen nuevas sombras, sombras estáticas, que nunca han existido en la naturaleza, y que tampoco producidas por el hombre con anterioridad. Hasta hace pocas generaciones, las sombras eran móviles. La pintura ha estudiado la “teoría” de las sombras, donde los objetos se liberan de la mutación continua del claroscuro. Sin embargo, la antigua sombra es siempre, lenta y móvil. La sombra moderna se produce por un movimiento violento y rápido de la mano.

 

Tokio-New York

ISOZAKI RE RUINED HIROSHIMA
Arata Isozaki, Re-ruined Hiroshima, project, Hiroshima, Japan (Perspective), 1968.

En Hiroshima, la explosión atómica disolvió la superficie de los edificios. El instante fue lo suficientemente largo como para señalar la diferencia del área directamente expuesta al calor de la bloqueada por un cuerpo. Esta diferencia se registró como una sombra en un muro. El acto final de la vida de un hombre fue dejar a su sombra sobreviviéndolo. Tanizaki, en su elogio de la sombra describe el abandono de la sombra como un símbolo inequívoco de decadencia.

Las regulaciones “anti sombra” se han forzado en casi todas las ciudades donde se construye en altura, y afectado el desarrollo de las ciudades determinando su perfil.

Observando el desarrollo de Nueva york, un número considerable de sus rascacielos acababan como pirámides o zigurats, quedando obsoletos con la jugada maestra de mies en 1958, ofreciendo una plaza a la ciudad en la base de la torre haciendo viable la construcción de una caja de vidrio, sin retranqueo.

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Edificio Seagram de Mies van der Rohe y sus vecinos, los zigurat. Lamentablemente esta es la mejor imagen que encontré en la web, y está intervenida…Aunque Mies, siempre merecerá vestir de gala…

Cada mañana el suave paralelepípedo negro (una sombra en sí mismo) arroja su sombra impunemente sobre su propia plaza. Nueva York, sigue siendo una ciudad de sombras, que invierte el negativo volviéndose por la noche una ciudad de luces.

Teatro de sombras

El origen del teatro de sombras se pierde en el tiempo, se documentan piezas desde el año 1000 ac. En India, China y Java, donde wajang «sombra» significa también “teatro” y la palabra para actor es wajang wong, «hombre sombra«. El mensaje de este teatro es que el hombre es una sombra en el teatro del creador. La idea es también la base de la escuela Sufí del Islam. El teatro de sombras se representa a si mismo. La tradición etnográfica y la psicología se enfocan en que las sombras tienen vida en si mismas.

Sombras peligrosas

Occidente y oriente se diferencian en su pensamiento. En occidente, las sombras se reducen a un entendimiento de las relaciones entre fuente de luz, pantalla y muro de proyección. Las culturas no occidentales prefieren la concepción de la sombra como un objeto animado, con vida en si mismo. Atribuyen poderes a la sombra considerándolas una imagen del espíritu. En muchas historias, la sombra se comporta como una parte vital del cuerpo (como una suerte de corazón) que debe ser protegida.

Los sub-saharianos consideran que una persona al nacer esta compuesta de  «luvo»: alma, «gbogbo»: espiritu, y «vovoli», sombra; y la sombra es lo que hace a una persona reconocible, es la forma visible del alma.

Una teoría sofisticada se encuentra en los Dogón: la sombra representa el alma no racional y expresa al alma las cualidades del juego de la luz y la oscuridad. A este alma, que se puede reflejar también en el agua, se le considera el gemelo de sexo opuesto a su dueño. No es un elemento vital pues desaparece largamente después de muertos, cuando el cuerpo ya se ha disuelto del todo y no puede arrojar sombra alguna.

Si tener una sombra equivale a tener un alma, ¿significa esto que sillas y mesas tienen alma?

Las sombras de humanos y animales aportan mas propiedades de las que les son atribuibles por la óptica y la perspectiva únicamente. Por ejemplo, una sombra no solo depende de la persona que la arroja, también toma alguna de sus características como forma y tamaño. Una sombra podría considerarse prácticamente como si fuese una cosa, y si es también una cosa autónoma se transforma en un modelo interesante para representar el centro vital o el alma de una persona. Pero de uso limitado.

Relegadas al mundo de la apariencia, una sombra es una imagen, una representación del objeto que arroja una sombra. Pero esta es una representación incompleta, una silueta representa solo un contorno; el interior de la sombra es indistinto y no dice nada sobre el objeto sombra excepto que es opaco, no transparente.

«Skia», la palabra griega que designa sombra, también significa trazo.

Como una imagen, una sombra puede también estar en el objeto, proyectándolo y convirtiéndose en su doble.

Por contraste, en árabe medieval, el nombre de la sombra es “el seguidor”, porque una sombra puede esconder un objeto; esto no solo está relacionado con aspectos físicos de ausencia de luz, también a la percepción, la visibilidad.

Un texto escrito tiene sombras, o pasajes que no están del todo claros.

El alemán «schatt», como el ingles «shadow» derivan del griego «skot«, que indica oscuridad. La oscuridad puede proteger y también dominar.

Tu estas a la sombra de alguien cuando estas protegido por su poder, pero el protector puede también ensombrecer a quien este demasiado cerca de el.

«A la sombra un de un buen árbol no crece nada»

Brancusi.

Moraleja:

Una sombra es la imagen de un cuerpo, y esto nos permite reconocer a su dueño. Depende del cuerpo, es también una imagen fantasmagórica, inmaterial,  incolora y plana. Es probablemente el único objeto concreto, no abstracto realmente bidimensional.

Continuará…

M. Pilar Pinchart. (2006)

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